Hola a todos:
Antes de nada, siento decepcionar a compañeros como @Drago111 y @kike entre otros, que preferirían un detallado e ilustrado tutorial de brico afeitado, ya que esta navaja da para ello. Pero por varios motivos he perdido un montón de fotografías, así que no podrá ser.
Son las segundas cachas que agua sí. La idea, aunque poco original, surgió al pegar las cachas y el separador de mi primera “creación” 
. Me puse manos a la obra, y la verdad es que quedó una Filomena bastante llamativa . No pongo fotos aquí porque no es la protagonista de esta historia. Luego comencé a flirtear con materiales más exóticos y después estuve una larga temporada en dique seco, hasta ahora, que empiezo a poder organizarme mejor.
Bueno, pues lo primero, lógicamente, hacernos con la materia prima. Sendas placas de metacrilato rojo azul y blanco, este último de la variedad opalina, combinando perfectamente con la translucidez ligera del rojo y sobre todo del azul. En las primeras había utilizado blanco sólido y no terminó de convencerme. Y un trocito de metacrilato transparente muy ahumado para el separador, que le da un toque especial.
Cortamos las placas en tiras del grosor deseado, y las pegamos en el orden correspondiente. Así fue en las primeras dos ocasiones, después reduje las tiras a pequeñas varillas de unos 5cm para perder menos material. El sistea de pegado elegido finalmente fue por capilaridad, usando disolvente, cloroformo para ser más específicos. La gran pega es que aquí no puedes dejar las piezas a unir con un ligero lijado, el disolvente no tiene capacidad de relleno alguna y requiere que las caras a pegar estén lo más pulidas posibles. Así que os podréis imaginar, lijando todas las “fichas” con 180, 360, 800, 3000, 5000 y 7000. El tiempo de uso es crítico, no queda más remedio que ir pegando una a una cada pieza, presionando fuertemente cerca de un minuto cada vez. ¿Y no sería mucho más cómodo, lijar únicamente con 180, pegar con un adhesivo tipo gel, unir todas las piezas tranquilamente, sujetarlas con un sistema de mordazas y dejar que cure el pegamento? Sí, sería mucho más cómodo, evidentemente, pero no se logra la misma fuerza de adherencia, y eso, en puntos con poca superficie de contacto y mucha tensión como la zona del pivote, es crítico.
Aquí un ejemplo tras el pegado.
Una vez recortadas las siluetas a grosso modo, pasamos a darles lija, mucha lija por ambas caras. Ya conocéis mi política, la pulidora, cuando parezca que ya no la necesita. Y en este caso, así había de ser quisiera o no, ya que únicamente disponía de la pequeña dremel con un disquito de fibras sueltas de algodón, indicado para la terminación. 360, 400, 600 ,800 ,3000 ,5000 ,7000. Mini trapeador de algodón de 22 milímetros y pasta proxxon.
Luego le tocó pasar por el grabador. Este punto ha sido una odisea, siendo eufemístico. Finalmente encontré un logo que cumplía los requisitos y la manera óptima de plasmarlo, probando y descartarlo diseños, plantillas, fresas, puntas grabadoras, esmaltes, resinas… Aquí el primer prototipo del diseño definitivo, grabado a láser por una pequeña empresa que tengo a pocas manzanas.
Ese es el logo que a partir de ahora lucirán la mayor parte de los juguetes de afeitado que haga. Espero que os guste.
Ahora toca pegar el separador y dar la forma definitiva a la silueta, lijando y puliendo cantos. Para este proceso soy especialmente maniático, utilizo varias herramientas manuales y continuas comprobaciones y rectificaciones. Es una de esas típicas situaciones en las que para mejorar sutilmente un resultado, has de multiplicar los recursos. Pero es lo que hay 
En este caso, curvas suaves y cambios de radio lo más estéticos posible, siempre para mi gusto, claro.
Opté por una silueta clásica tipo W&B, modificando la zona de la espiga, para maximizar la solidez de la zona al asentar, por ejemplo, y a la vez darle un toque de originalidad, pero dentro de los cánones pretendidos. Los embellecedores de los remaches, que hacen la función de arandelas, son de una estética acorde, comprados el año pasado a Ulrik, de Koraat. No obstante, me haría ilusión que @Joaquin fuera mi próximo proveedor de este tipo de piezas.
Por último, como siempre, el remachado. Que deciros… Es muy fácil de imaginar. Cerrad los ojos e imaginaos dando cientos de martillazos sobre unas cachas hechas de trocitos de plástico pegados. Sobre todo en los golpes finales, cuando se va ajustando el conjunto, y cada golpe tensa y dobla ligeramente las cachas, adaptándolas a la forma de la espiga. Pues eso…
Toques finales, pase de microfibra y fotos…
Et voilà…
Detalles de los extremos…
Y unas luciendo pulido y logo…
Muchas gracias por llegar hasta aquí.
Abrazo!!
