Evidentemente no tiene nada que ver con las que hacían nuestras abuelas en las matanzas, pero lleva almendras y a mí me sabe un poco como al anís que se le echaba antiguamente.
Es bonita de cojones, pero en jaboneras el crack es @JJMarwan, no he visto persona con jaboneras más bonitas. Yo tengo un Vitos coco que me regaló él en una jabonera tambien regalada por él y es preciosa.
Elvas, aunque es pueblo fronterizo, al fin y al cabo es un pueblo.
Y yo me pregunto ¿Hay muchas tiendas así en las ciudades de España?
En algunas cosas estamos en la cola de Europa
Cierto, muy cierto. Un pueblo, de unos 25000 habitantes y menudos comercios, como ejemplo este mismo de Painho. Badajoz al lado con 165000 habitantes y nada de nada.
Como bien dice Joaquín a la cola, pero bien a la cola.
Hoy conocí a @Delamuralla en Badajoz, quedamos para tomar café en un bar y hablamos de todo menos de las navajas barberas…
O casi, ja, ja, ja…
Terminé “enjabonándole” la cara con los posos del café que nos tomamos y le afeité la mejilla para que viese lo bien que iba la Gold Dollar que le regalé.
Le expliqué que con un buen filo y algo de técnica no se necesitan jabones caros para darse un buen afeitado.
A continuación me eché un escupitajo en la mano, me lo extendí por la cara y a continuación me afeité con una navaja diferente.
El tipo del bar flipaba cuando nos veía con un puñado de navajas tiradas por la mesa, un asentador de ballesta, cafés manzanillas y asentando las navajas barberas en el bar, para después afeitarnos con posos de café y escupitajos como si fuese lo más normal del mundo…
Totalmente, secundo las palabras de @Arriscao, por que así a sido, me dió a elegir, prefieres manzanilla o café, y ale, mi cara en un segundo estaba con un buen restregón de posos de café y zasca rasca. Pude comprobar en manos de Juanjo lo bien que corta una Gold Dollar que me ha regalado, junto con un asentador de ballesta emprestado para poder asentarla y aprenda. Por cierto Juanjo, muchísimas gracias, por todo de todo corazón. Me ha encantado compartir ese ratito junto a vosotros y por qué no decirlo, que grande somos los extremeños carajo.
Pd: la cara del tío del bar era un poema, jajajajaja, salivazo en mano, restregón y pasada por su mejilla. Nos miraban como si fueramos de otro planeta.