Conchi, una compañera de trabajo, poco antes de jubilarse, me ha regalado la navaja barbera de su marido. Es una Filarmónica Doble Temple que está casi nueva con muy poco uso. Únicamente marcada por las huellas del paso del tiempo.
Alguna pequeña mancha y un poco de desajuste en las cachas. Muestra una ligera deformidad en un lado, posiblemente por haber estado reposando muchos años en la misma posición.
He remachado un poco más el pin de la punta, y algo ha mejorado. Pero seguramente la solución pasaría por poner los dos pines nuevos, aprovechando para recentrar el pin de la punta a costa de aumentarle el diámetro y la arandela y tal vez voltear la cuña o retocarla.
Como podréis imaginar, NI ME ATREVO. Al menos hasta que me haya dado muchíiiiiiiiiiisimos afeitados con ella.
Para mí, esta navaja tiene mucho valor sentimental, ya que Conchi es una compañera muy apreciada por todos, y por mí especialmente.
Además, es la navaja que compró su marido de joven, y que tras bastantes intentos, abandonó debido a los lógicos cortes. Su marido, Antonio, aún vive, también tengo que agradecerte en igual medida el regalo.
Lo que no podéis ni imaginar, es los millones de veces que le “llorado” y rogado a Conchi para que me regalara la navaja. En detrimento de sus hijos y nietos. Al final, creo que ha aceptado en parte “por cansancio”
En realidad, Conchi es una magnífica persona, y a modo de despedida y de recuerdo, me ha traído este maravilloso regalo justo antes de jubilarse.
Para mí, tiene ese gran valor sentimental de haber pertenecido a alguien conocido y muy apreciado. De alguna manera, alivia “la espinita que tengo clavada” de no haber podido heredar de mis ascendientes ningún útil de afeitado.
Tanto valor le doy, que me he prometido interiormente, que jamás me lucraré con esta navaja, ni con el asentador. Porque también me ha regalado el asentador…
Como os decía, también me ha regalado el asentador. Ha corrido peor suerte con el paso del tiempo: El cuero se desmorona por los puntos de flexión, se ha roto por la punta. Presenta algún pequeño corte y grietas de haberse secado.
Es imposible saber si tuvo, o no, capa de pasta ni de qué tipo.
El óxido ha hecho estragos en algunas partes, que precisarán mucha limpieza, lijado, pulido, y barniz o lacado transparente.
Como curiosidad, no aparece la marca del fabricante, y en una esquina se puede leer quizá el precio “425” (Que sería en pesetas).
Vaya regalo!!!
En mi curro se jubilan unos cuantos, a ver si tengo suerte y por los 5€ que ponemos para el regalo me cae a mi una como esa.
Enhorabuena
Hola José Manuel… Enhorabuena por tu nueva Fila, es una pasada y está impecable.
Es muy agradable que consideres esta navaja como un regalo en herencia, ya que así debe ser. Es más, sería ideal que pudieras trasmitirla de la misma forma, como algo muy especial que está destinada a la persona adecuada… con más valor si cabe por que se juntan la energía e ilusión de dos antiguos propietarios, que heredará un tercero y que debe saber el gran valor sentimental.
Enhorabuena, muy bonita.
No te preocupes por los pines, seguro que es el de alante, suelen venir muy flojos, al menos en las que he tenido. Se ve estupenda, que la disfrutes
Menudo detalle más bueno, siempre se agradecen regalos así, a mi me han regalado hace años una Filarmónica 13 DT un amigo que la compro hace años y fue incapaz de afeitarse con ella.
También me regalo la viuda de un barbero una Filarmónica 14 DT Capote de la serie taurina, que estaba totalmente hecha polvo, llena de óxido, la cachas no valían para nada, pero paso por el Taller VK y regreso a mi casa hecha una linda navaja, la VK 40 JMP Capote.
Acabaron las vacaciones sin haber tenido ocasión de estrenar la navaja de Conchi.
Así que un poco obligado, hace dos semanas encontré el momento de “inspiración” y le di un repaso con piedra cotícule belga amarilla, y a continuación cuero vacuno ruso de herold, cuero vacuno de Quercur y cuero de anca de potro de Quercur.
Hoy, en plena tormenta de verano, le he dado unas pasadas por piedra Naniwa 10.000 y los tres cueros Herold, y Quercur de vacuno y Quercur de anca de potro.
Un buen enjabonado con Mitchell Wool Fat, que para mí, es el jabón, mi jabón y ya en el primer movimiento con la navaja, “se hizo la luz” cual relámpago de la tormenta que rondaba por los cielos.
Estuve a punto de gritar ¡EUREKA!. Por fin, esta vez lo he logrado realmente. He sentido que he acertado plenamente en el afilado. Lo he sentido como el mejor de todas las navajas que tengo. La euforia se ha apoderado de mí, tanto, que tres o cuatro puntos rojos, no me han importado lo más mínimo.
Una barba de cinco o seis días, (excepto en el cuello), deben haber contribuido a la sensación de un afeitado c*jonudo.
Creo que la felicidad me durará varios días.
El maletin es para una caja de pinturas (óleos, acuarelas…), de una tienda de manualidades.
Viene tal cual. Únicamente añadí una pequeña tablilla de separador donde están las barritas de jabón.
También trae una bandeja metálica con separadores, que se puede acoplar en sustitución de los separadores de madera.
Felicitaciones por la idea que has tirado al foro lo de la caja me refiero. Yo probé con las cajas de madera para guardar los blends de los te en hebras y no hay espacio para todo. Y con respecto al afilado yo con la barbas duras que adquirí la semana pasada estoy renegando. Me tendré que comprar una piedra más fina nomas jaja. Desembolsar unos verdes encima aquí en Argentina el tema dólares está x las nubes con la devaluación de estos días. Pero seguiré buscando. El que busca encuentran dice el refrán. Saludos a ti y felicitaciones nuevamente.
