A pesar de que, por desgracia para mi panza, me gustan tanto la carne como el pescado, la verdura como las legumbres, el pan o las patatas, el longueiron o la navaja, en este caso creo que si que eran navajas, pequeñitas, pero navajas, las valvas se rompían al tocarlas y son estrechitas, el longueiron es mas achaparrado. Por el sabor yo no sabría distinguirlas.
Creo que esta discusión la tenemos que zanjar como Dios manda, a navajazo limpio.
Para ello te reto a quedar un día en la Plaza de Abastos de Santiago de Compostela, vamos a la parte de la pescadería y yo me compro 1/2 kg de longueirones y tu otro 1/2 kg de navajas, y las llevamos a preparar al restaurante que esta en la nave 9 de esa misma Plaza o si quieres en el restaurante A Sucursal que esta al lado y por solo 5 euros por cabeza nos las prepararan a la plancha.
Creo que es la mejor solución para resolver este dilema, podríamos buscar una excusa por ejemplo que me vas a enseñar la Pizzi de la conjunta y yo las nuevas cachas de mi Castrexa, aunque sabes perfectamente que en nuestra tierra no hace falta buscar excusas para quedar a comer.