CABALLEROS, CABALLEROS:
es un honor estar entre vuestra mercedes.
Otrora lampiño,
cuando era solo un niño,
ahora narizudo,
cejijunto y barbudo.
Me cuido con esmero
la barba, y mi sombrero
pongo encima de la melena.
Tengo cara de mero,
lo sé, es una pena,
aunque soy un gran caballero
que se mete en faena
y con gracia y con salero
se arregla todo entero.