Hola a todos.
El título deja poco a la imaginación. Básicamente pasar de esto…
Si nos quejamos de las cachas de las Filarmónica, esto es un paso más, jeje… Forma más básica y un poco más anchas, dando un aspecto general más basto. Material con muy malas vejez, doblado y reseco. Hoja en muy buen estado, con algún punto de óxido, manchas muy superficiales, la zona de la punta marcada por roce con cachas y, cómo no, el pivote mugriento.
Pasamos a esto…
Por partes, la hoja, tras cubrir meticulosamente el sello con cinta Kapton, limpio/igualo a conciencia las imperfecciones ayudado por útiles de silicona abrasivos. Luego el pulido habitual en estos casos. Satinado finísimo en la zona vaciada con disco tipo Scotchbrite, emulando en lo posible las marcas originales de la muela, y en tres fases en lomo y espiga. Sin embargo, al verlo terminado, el pulido “premium” no me terminaba de convencer en este conjunto, con lo que vuelvo a cambiar el disco y la dejo en un “semi-gloss” . El afilado se realiza con Naniwa 1000 seguida de piedras japonesas naturales, préstamo de @CRISANTO .
El logo…
Era lo único por lo que daba pena deshacerse de aquellas cachas. Así que lo recortamos, y se optó por hacer un fresado de alojamiento en las nuevas cachas. Pero en vez de ir al milímetro, quedaría algo holgado, y di forma puliendo los bordes, sintiéndose una pieza distinta. Decidí bordear de pintura color latón, en la gama de la inscripción, él sello y el separador.
Las cachas nuevas, Kirinite, un material fabuloso, en un color escaso y para mi gusto fantástico. Tomé como referencia las cachas más típicas de las 14 patrias, las “básicas” de Filarmónica, más bien estrechas, redondeadas y biseladas.
Lo de siempre, cortar, biselar, lijar, y pulir en dos fases, con el añadido del fresado.
El separador, en cuerno claro y forma de cuña. Más ancho que los originales, de manera deliberada. Quería que luciera más, pero sobre todo que no fuera tan crítico el cierre. Muchos de nosotros habremos visto un montón de 14 con grandes muescas debido a morder con sus típicas cachas. Por supuesto, ahora no habría problema, cierran y centran perfectamente, pero con el tiempo, las holguras… Así que…
Problema, que al dejar más separación entre las cachas, la hoja baja más y necesitaríamos unas cachas más anchas, para que no asomara el filo por debajo. Pero yo quería unas cachas de corte clásico 14, estrechas…
Solución, un tercer pin, aunque eso se cargaría la estética buscada. Pues lo ocultamos. Pequeño fresado en la casa trasera y hacemos una pieza a medida, con un tubo y una varilla de latón. El resultado hace de tope de manera muy sólida, cumple perfectamente.
Y ya está…
La navaja, al ser cerrada, queda de tal manera, con el filo perfectamente protegido y asomando ligeramente el sello.
Pues esto es todo, un diseño clásico con materiales modernos.
Como siempre, gracias por leer y espero que os haya gustado…
Abrazo a todos!!