Monsavon es un clásico jabón de afeitar francés. La empresa fue creada en los años veinte en Clichy, una localidad al noroeste de París. Actualmente pertenece al grupo Unilever.
Entra en esa categoría de jabones tradicionales y cumplidores, que década tras década y generación tras generación siguen presente en los afeitados de todo un país. Lo que aquí podría ser La Toja o Lea, y en Italia Proraso.
Ingredientes:
Aqua, sodium tallowate, stearic acid, palmitic acid, potassium hydroxide, sodium palm kernelate, parfum, disodium phosphate, algin, sine adipe lac, glycerin, palm kernel acid, capric acid, sodium chloride, butylene glycol, sodium silicate, DMDM hydantoin, iodopropynyl butylcarbamate, tetrasodium EDTA, tetrasodium etidronate, benzyl alcohol, benzyl benzoate, citronellol, coumarin, eugenol, limonene, linalool, CI 77891.
A destacar el sebo y la glicerina que facilitan el espumado.
Presentación:
Más sencilla no puede ser. Un clásico recipiente de color blanco marfil contiene los 125 gramos de jabón. El plástico y el sistema de cierre son de lo más rudimentario que he visto, el bol está hecho de un plástico débil y el cierre es por simple encaje, nada de rosca o presión.
La consistencia de este jabón está a medio camino entre uno blando y una crema. Con lo cual es fácil cargar la brocha, bastan unos giros para ver que el producto baja. Dicho esto me aventuro a decir que no se trata de un jabón de afeitar especialmente longevo.
Espuma:
En mi opinión tiene una alta capacidad para producir espuma. En la fotografía se puede ver la espuma obtenida con una brocha de cerdas tras unas cuantas batidas en el bol y unas gotas de agua.
La espuma presenta una calidad y un deslizamiento correctos, dejando además una agradable y fresca sensación en la cara.
Aroma:
La primera impresión al abrirlo fue la de estar ante una barra de pegamento. Superada la primera fase me atrevo a decir que se aprecian las notas lácteas unidas a un potente aroma a esos licores franceses de hierbas tipo Chartreuse, pero también absenta e incluso anís. En cualquier caso un aroma curioso que no deja indiferente y que a mí personalmente me agrada.
Recomendación:
Sí, me atrevo a recomendarlo. Es un producto clásico, lo habré usado dos o tres veces me ha proporcionado buena espuma y buenos afeitados lo que en mi opinión demuestra que este tipo de jabones cumplen satisfactoriamente su misión. El precio ridículo (92 céntimos) y el hecho de que se pueda encontrar prácticamente en cualquier tienda o supermercado de Francia hacen que sea una buena compra cuando visitamos aquel país.