Pues hoy os cuento mi aventura con una Mannos que llegó a mis manos con la punta cortada, dentellada en el filo, cachas partidas y caja desvencijada:
Los trabajos han sido variados. La muesca de la hoja se eliminó con lija 360 quedando la misma en unos respetables 23 mm, procediéndose después a limpieza y pulido.
Las cachas de baquelita estaban rotas; una a nivel del pin de giro y la otra en el separador. Como la hoja estaba cortada, se cortaron las cachas para aprovecharlas (ver penosa foto del proceso):
El separador original era un recrecido de baquelita de una de las cachas. Tras eliminarlo, hice un separador con chapado de abedul finlandés de 0,6 mm pegado con epoxi y pintado con esmalte de modelista:
La caja se pegó con cola de carpintero, repasandóse las inscripciones más grandes con purpurina (a los textos pequeños no me atreví para no hacer borrones).
Y así ha quedado:
Tras afilado con mis piedras de cabecera (Taidea 1-3k, Wüsthoff 3-8k y Shapton 16k), algodón y cuero Proyet, hoy me he dado el primer afeitado.
Es una navaja cantarina, cómoda, que afeita muy bien (todavía está brava) y que empieza su tercera vida (la primera fue al salir de fábrica y la segunda tras el accidente que obligó a cortar la punta).