Hola compañeros
Comparto este trabajo para suscitar el interés por la modificación y tuneo de navajas baratas e invitar a ponerse manos a la obra. Siendo honestos también me sienta bien hacerlo, aunque debe haber cierta búsqueda de reconocimiento, supongo que el Ego tiene también un poco que ver en esto.
Solo llevo tres meses en el Afeitado Clásico a navaja, pero lo he tomado tan fuerte que he incluido ciertas reflexiones personales, espero no dar demasiado la chapa y sea agradable lectura:
Personalmente, el Afeitado Clásico representa un gran desafío. Pasar de la comodidad y seguridad de la multihojas a esgrimir una afilada hoja de acero es, en cierto modo, complicarse la existencia. Exige atención y auto-conocimiento…. y alguna gota de sangre. Creo que debemos extraer de esta pasión un sentido profundo, aunque yo todavía no entiendo el motivo.
Es notoria la atracción que tenemos los amantes hacia la navaja. El objetivo es conseguir una pieza a nuestro gusto, digamos, la navaja perfecta en cuanto a diseño y prestaciones. Es normal divagar ilusionadamente sobre las aguas del acero de damasco como una simbiosis perfecta de belleza y utilidad, dejando la herramienta a un lado y pasando a ser objeto de culto. Enseguida nos enamoramos de ciertas piezas de artesanía, y la solución a tanto “amor parece ser una “buena colección”, lo que ocasiona cierta muesca en nuestra cartera.
Puede que una Pizzi, Mastro Livi o Koraat tengan mucho renombre en este mundo y cada vez más numerosos son los artesanos incipientes que nos emocionan con sus diseños y exclusividad, pero en la mayoría de los casos es económicamente inviable para el común de los mortales, más que nada porque no tenemos bastante con tres o cuatro herramientas, al fin y al cabo, una hoja de acero afilada es lo que se necesita…
En algunos de nosotros el desafío llega también hasta donde no sospechábamos, aflora la vena artesana y artística y después de un par de cañas y buena compañía soñamos con CREAR. Ya no es suficiente con afeitarse, ahora necesitamos demostrarnos a nosotros mismos lo que somos capaces de hacer.
DISPUESTOS A “AHORRAR DINERO”, EMPEZAREMOS EL TUTORIAL
Navegando por la red enseguida se encuentran imágenes de auténticas maravillas desarrolladas a partir de las humildes navajas chinas. Para colmo se pone uno a leer y encuentra en los foros que todo navajero que se precie termina modificando navajas para conseguir salirse de lo establecido. Y me dije: “Acho, y por qué no”.
Lewis tiene tutoriales completos de la forja y ejecución de piezas muy atractivas que acercan el arte navajil a todos. Parece fácil, con cierta habilidad y herramienta adecuada es posible ir haciendo “cosicas chulas”, aunque eso de forjar, batir y templar el acero al rojo mejor no, con la madera y una hoja de acero vamos que nos matamos. Con poca inversión se puede ir haciendo piezas sencillas y a la vez útiles.
ASÍ QUE ME PUSE MANOS A LA OBRA
Para empezar solo necesitamos un par de hojas de Gold Dollars, piezas de madera, algún kit de pines, y unas zarpas habilidosas.
En Ebay es bien sencillo encontrar navajas “chinas” que parece que con las ZY 430 han subido la calidad y facilidad de tuneado al carecer de estabilizadores. Se habla de que estos aceros son muy buenos, y bien afilados proporcionan afeitados a la altura de las mejores navajas. Lástima que todas sean en 6/8 porque algo más de dimensiones serían muy productiva y atractiva a la hora de hacer los retoques. Creo que son muy baratas porque su proceso es mecanizado, carecen de cachas de calidad, buenos acabados y mano de obra artesana, eso es justo lo que nosotros vamos a añadir.
En internete se puede encontrar vendedores que proporciona placas de maderas exóticas, tipo ébano, cocobolo o palo de indias de unos 4mm de grosor expresamente cortadas para cachas de navajas por un precio aproximado de 10 euros la pieza (salen dos medias cachas + separador + pines), por supuesto también ofrece kits de pines en bronce o nickelsilver. Así que hoja, cacha y pines es la materia prima que necesitamos.
La herramienta necesaria no es ni mucho menos cara, aunque una lijadora de cinta ahorraría mucho trabajo pero también le quitaría mucho de artesanía manual, más lenta y reconfortante… el objetivo es disfrutar, no se trata de producir sino de buscar lo mejor de nuestra habilidad artesana, no olvidemos que es mero entretenimiento y satisfacción personal.
Además de la madera y las navajas, compré esto en una tienda de bricolaje:
-Una dremel barata y unos cuantos accesorios aparte….30 euros.
-Tabla de cartón piedra……1.50 euros.
-Gafas de seguridad….2 euros.
-Un juego de papel de lijas de 120 hasta 3000……5 euros.
-Un calibrador ….5 euros.
-Brocas pequeñas para madera………3 euros
Un torno pequeño y sencillo, pero suficiente……9 euros.
-Una sierra de madera (segueta) y pelos de sierra….4 euros
-Martillo de punta redonda….3 euros.
Y tenía en casa un juego de limas, y un taladro muy normalito.
LA HOJA:
La inversión económica es mínima, unos 7 euros cada una, yo las compré más caras porque cada navaja venía con algún accesorio que me sería útil para mis “navajas europeas”, bien una funda de viaje en cuero, bien una caja de madera bonita para alojar mi Wacker Chevalier y decorar mi cómoda.
Creo necesario empezar por modificar la hoja, ya que según su longitud y la forma de la punta serán desarrolladas las cachas.
Después de ver algunas fotos de diseños y pulidos de hoja, se llegará a la dificultad que deseemos teniendo en cuenta nuestro utillaje. Supongo que algún orfebre no perdería tiempo en eso, así que con el conocimiento y útiles mínimos nos pondremos un listón que podamos superar, yo al menos de primeras no me pasaría en ornamentación, aunque si fallamos no se pierde demasiado.
El diseño de la hoja es una importante elección porque dará más o menos atractivo y funcionalidad. Decidir una punta determinada, bien francesa, recta, española, de barbero o de diseño propio es el inicio. El talón deberá ir acorde, ya sea recto, curvo o suavizado, pero no hay que olvidar que estas hojas son 6/8, y mermar mucho acero puede dejarnos una hoja poco aparente.
Las decoraciones de la espiga y cola, así como los acabados, dependerá tanto de la habilidad como de la herramienta que dispongamos. En mi diseño siempre huyo de la punta redonda, la veo carente de personalidad.
Para soltar la hoja basta con limar el pin y luego separarlas con la mano, no necesita cuidado puesto que esas cachas las vamos a desechar.
Concluí que un acabado fácil y a la vez bastante resultón y poco visto consistía en un grabado rústico y un posterior patinado oscuro, para de nuevo pulir hoja y espiga y conseguir en lo profundo ese toque antiguo en contraste con el brillante acero.
El uso de la dremel es necesaria para realizando un efecto serrado-grabado con el adorno que queramos, en este caso un patrón rústico y sencillo, a lo que añadí mi toque antiguo con una pátina oscura en el acero a base de reposar durante unas horas en vinagre blanco.
Aquí abajo la hoja después del tratamiento:
El patinado es una oxidación “buena” y controlada del acero que forma una película que le protege de la corrosión.
Se supone que un acero patinado varía de color según los elementos que toca (referido a los ácidos y jugos de los alimentos que corte, la proteína y la sangre proporciona azules tornasolados muy bonitos).
Posterior al patinado de la hoja se puede eliminar con lija, dejando únicamente oscuro los grabados de la espiga, o bien, pulir solo el filo, dejando el lomo y la cola oscura. Hay varias combinaciones y siempre se puede volver a oscurecer o pulir, en eso no hay fallo.
En la imagen superior se muestra en las espigas los efectos de la página. En este tutorial terminaré la navaja con la hoja en forma de hacha.
LAS CACHAS
Las cachas nos requerirán más de una jornada de trabajo y mucho más empeño en acabarlas. La hoja está para terminar, pero las cachas son totalmente hechas desde cero y deben ser acabadas lo mejor posible.
Quería salirme de lo convencional, copiar un diseño funcional está bien, pero hay más arte y satisfacción en innovar. Estaba aburrido de la forma típica que se puede hacer con una cacha sobrante a modo de plantilla. Para destacarme un poco tenía que desarrollar un diseño atractivo y funcional sin llegar a lo estrafalario, una cacha demasiado curva o grande puede resultar incómoda en el manejo. Así que planté la silueta de la hoja en un papel, y desarrollé un diseño inspirado en una barca, anguloso, de líneas rectas, pero con algunas curvas elegantes que le hagan parecer “esbelta”. Es fundamental señalar el agujero de la hoja para asegurar el éxito.
Al principio del dibujo tuve en cuenta el eje de giro, y el punto de cierre, todo eran líneas rectas, y luego fui suavizando con curvas hasta concluir el diseño.
Trasladé el diseño muy básico a cartón, y posteriormente a cartón-piedra, dado el coste de las cachas no está la cosa para demasiados “ensayo y error”, así que con la creación de una cachas en cartón piedra averigüé si funcionalmente era viable una vez alojada la hoja, el resultado, a pesar de la falta de estética, me gustó mucho y además me servía como plantilla en mis próximas creaciones.
Estudio de recorrido de la hoja y unión de ambas cachas:
Aquí el montaje y pegado con cola de carpintero:
En la siguiente imagen ambas hojas y estructura terminada:
Hoja presentada en la estructura, el resultado me parece bueno tanto funcional como estético:
Llega el momento de usar las cachas como plantilla y así copiarlas fielmente a la madera:
Con la sierra de marquetería este es el resultado, es algo burdo, pero no es necesario un corte perfecto ni preciso a las líneas ya que el posterior lijado y pulido nos pueden hacer una cacha más pequeña de lo deseado, es mejor dejar holgura y acercarnos con las limas. En la imagen posterior muestro la cinta adhesiva de doble cara, imprescindible para la perfecta simetría de ambas piezas. Es recomendable no pegarla totalmente para facilitar el posterior despegado, con esta cinta es suficiente para mantenerlas unidas.
El proceso de lijado, primero con una lima para metal, y luego subiendo el grano de papel de lija hasta 800 (de momento). Tuve especial atención en la simetría y rectitud de cada vértice.
En la imagen inferior se ven ambas cachas tan simétricas y acabadas que parecen una sola pieza de madera. Antes de desmontar ambas piezas es recomendable hacer el agujero del pin con la mayor precisión posible, un fallo de verticalidad con la broca provocará un descentrado de la hoja respecto a las cachas.
En la imagen inferior el resultado antes del pegado con cola de carpintero, este ejemplo es válido, si bien, esta cacha se me rompió cuando amartillé el pin. Tuve el fallo de dejarlo un poco largo, lo que me llevó a golpearlo hasta que se dobló y rompió la cacha, la novatada creo que le llaman …
Antes del pegado hay que presentar las cachas y mirar ambos extremos, por un lado la forma en que asientan las cachas con el separador, y por otro la holgura en el extremo de fijación con la hoja. Se puede limar el separador dándole una ligera forma de cuña, o bien limar la punta interior de las cachas, para así dar un punto de separación que coincida con la anchura de la hoja y separadores. Las partes interiores de la cacha fueron lijadas hasta papel de 1500 de grano. A excepción de las zonas a pegar, que están repasadas con papel de 320 para facilitar la adherencia del pegamento.
Justo después del pegado, y en la medida de lo posible es necesaria una inmediata limpieza del adhesivo en las partes interiores, yo lo hice con palillos, luego los restos que puedan quedar se eliminan con papel de lija, pero es costoso si son demasiados. El tiempo de secado es de 24 horas antes de volver a manipularlas.
En la imagen superior el proceso de pegado con cola de carpintero. Se aprecia que el separador sobresale ligeramente, así debe ser, ya es que un buen acabado se logra limando, lijando y puliendo tras el pegado, por lo que el separador o cuña de madera debe ser superior a ambas piezas laterales.
Las cachas son de madera de cocobolo y el separador central de ébano. La cara externa está pulida desde lija de 600 hasta finalizar con lija de 3.000, no he considerado necesario aplicar cera para madera, pero le daría mucho más brillo y acabado.
Y aquí con los pines de un extremo, creo que queda bien con dos, además garantiza la firmeza:
ACABADO Y MONTAJE:
El afilado es en lo único que tengo algo de experiencia, aunque solo en cuchillos, la navaja la considero más fácil de afilar puesto que no hay que bloquear la muñeca para mantener el ángulo, el lomo es la guía, no consideré necesario cintar el lomo ya que apenas abusé de la piedra de grano 1000.
En el afilado inicié con unas pasadas ligeras con la piedra KAI de grit 1000. Luego pasé a Shapton 2k, 5k, 8k y 12k. En las tres cuatro piedras iniciaba el afilado adelante y atrás, pero antes de cambiar la piedra daba unas pasadas en X solo en la dirección del filo. En la piedra 12k solo hice pasadas en X y en dirección del filo, nunca hacia el lomo. Posteriormente continué con piedra nagura intentando subir el grit y la suavidad del filo.
Continúo el asentado de la hoja con asentador de Noel del Hierro, iniciando por vacuno tipo cuero ruso, para pasar al suavizador de cordobán. Termino con unas pasadas muy suaves y con poca presión por un suave asentador de paleta Quercur de piel de anca de potro.
En el montaje me lo jugaba todo a una carta, si bien ya tenía la experiencia con una cacha rota, había aprendido la distancia del pin cuando monté los pasadores decorativos en el extremo de la cacha, así que esta vez ya no tenía excusa, no podía fallar:
Antes de pasarlo por la navaja limé un extremo del pasador, lo sujeté con firmeza en el torno, y le di forma con el martillo, eso no tiene peligro ya que es solo el pasador. Luego introduje el tope, seguido de una patilla de la cacha, coloqué con pinzas un separador, luego la hoja, luego otro separador, la otra patilla. Corté con alicates el pasador y lo limé hasta un milímetro y medio de la cacha, introduje la arandela de tope y sujeté con firmeza el conjunto. Pasé a la parte sólida del torno y fui golpeando el extremo del pasador con mucha precisión y cuidado con la cabeza del martillo vigilando la deformación del nikel, interrumpía de vez en cuando para comprobar la tensión al giro de la hoja a la vez que miraba la distancia entre cachas. El resultado fue perfecto:
Aquí una foto mucho más bonita:
La navaja ya no está en mi poder, la verdad me ha durado poco…
Y este es el nuevo proyecto en madera de ébano con pines dorados, a la espera de que venga alguna hoja:
Es un honor compartir este tutorial.
Un cordial saludo. Fran GTS.
