La Felicidad auténticamente plena está formada por muchos componentes, muy variados y estos, a su vez, dependen de otros muchos: La edad del individuo, su entorno, su pasado, sus expectativas de futuro, sus miedos, sus esperanzas, también, sus desesperanzas…
Hay personas instaladas en el egoísmo, que solamente buscan su propia felicidad y otras, cuyo mayor anhelo es ver feliz a la gente que tienen alrededor.
Es, por tanto, un concepto subjetivo, cuyo perfil depende de la persona que intenta alcanzarlo…
Mis recuerdos infantiles están relacionados con un hombre y dos mujeres que trabajaban sin descanso, inasequibles al desánimo, dependiendo para subsistir de lo que trabajaban día a día. No tenían seguridad social, por lo que, para no tener que hacer un desembolso considerable, si, por desgracia, había que acudir al médico, por accidente o enfermedad, estaban suscritos a un seguro médico privado, que, por lo demás, no cubría determinadas intervenciones y, en cualquier caso, las medicinas se pagaban aparte.
Los tiempos han cambiado por completo: Las personas, entonces, se perdonaban con mucha más facilidad que ahora, cuando, por una fruslería, se llega a las manos o, en el mejor de los casos, se crean enemistades irreconciliables.
Eran (éramos) felices; yo diría que eran muy felices. Solamente los vi llorar cuando caí enfermo (con cinco años) de tuberculosis y nunca más. Mientras me iba curando, siguieron con su vida trabajando, atendiendo mis necesidades, hasta que me restablecí del todo.
Yo era un niño y, como tal, soñaba como los ángeles y disfrutaba con mi familia: No teníamos dinero, pero teníamos salud y nos queríamos mucho.
¿Hacía falta algo más?
¿Haría falta algo más?
Les ruego me disculpen, este rapto de nostalgia que me ha hecho entrar en temas personales. Pero el Varon Dandy, El Floïd y, aunque en menor medida, El Brummel están asociados, en mi caso, para siempre a aquellos tiempos.
De la misma manera, si a alguno de los administradores del Foro les parece inadecuada esta intervención o va contra las normas de este noble galería, comprenderé que la anulen y, ya de antemano, pido disculpas por ello.
A su servicio.