Bueno, pues ya está. Tres semanas han pasado y ha sido hora de sacar la mezcla de su cueva. Una vez filtrado y re-empacado, ha quedado así.
Le he puesto el tubo de 444 que tenía por ahí, y se ha disuelto a la perfección con ayuda de la batidora de mano.
¿Que cómo quedó? Pues muy bien, en mi opinión. Una vez abiertas la botellas y la loción en un recipiente provisional, el aroma predominante era el de la mandarina. Potentísimo, casi hostigante. Ya pensaba que esto iba a ser un experimento perdido, pero aún así decidí ponerle el gel y terminar con esto. Lo re-empaqué en sus respectivas botellas: la blanca para mí (era la botella donde venía el ron. La he hackeado) y la otra para guardar y regalar.
La prueba fue decisiva: la potencia de la mandarina se va casi inmediatamente una vez en la mano y aparece la pimienta de olor (bay rum), el clavo y la canela de manera muy sutil y elegante. Al careto.
El aroma, como lo he dicho, es muy elegante y discreto. No tiene demasiada persistencia, pero de vez en cuando te entra un aromilla de la mezcla y te recuerda que la has usado. Está muy balanceado y no tiene demasiado dulce, demasiado cítrico o demasiado especiado. Como que todo se regula muy bien. En cuanto a propiedades, el golpe alcohólico es suave, de hecho esperaba más pelotazo. Pero la piel queda muy bien, sin sensación grasa y un frescor también muy tenue. Para ser mi primer experimento siento que ha salido bien, y que no va a parar al bote de basura sino que lo usaré regularmente.
Desde ya estoy pensando en modificaciones para la próxima: un vodka más alcohólico, menos mandarina (una nada más) y más Bay Rum (dos bolsitas), y cambiar el 444 por algo que consiga más fácilmente aquí (mentol, hamamelis, glicerina, etc…). Ya veremos.
Saludos!!