Pues Alfredo, puedo estar errado, si bien, siempre he leído y considerado la velocidad en el asentado como la única forma de que tenga una buena reacción y eficacia en el filo.
Por mi experiencia, un efecto magnético muy alto que frene la navaja, o ejecutar pasadas lentas, apenas causará efecto en el filo, sin embargo, manejar con velocidad la pasada, si que es la verdadera causante de que el cuero tenga una buena efectividad.
Es por ello que se necesita de una buena técnica mecanizada en el asentado, ya que los errores suceden con la velocidad. Yo siempre empiezo con pases lentos para “recordar” y mecanizar el pase, y tras unos pocos acelero el ritmo lo posible sin comprometer la seguridad de la piel.
En el cuero ruso, al ser más agresivo de lo que parece a pesar del tacto de terciopelo, unos pases lentos digamos que causan mínimo efecto en el filo, que ya no queda reavivado, sino suavizado. Por así compararlo, es como ese efecto que hacemos en piedras de grano medio de asentar la navaja en la piedra sin apretar, intentando subir el grit para dejar el filo lo más óptimo posible.
Todo esto Alfredo, bajo mis apreciaciones, claro, si bien, siempre soy consciente del estado del filo antes de asentarlo para calcular que tipo de piel puede favorecer más. Si el filo está óptimo recurro a cuero de cordován de Noel. Si está casi listo recurro al vacuno liso y luego caballo. Si el filo no es cómodo recurro a cuero ruso con energía, y los otros dos asentadores, como si de piedras de distintos granos se tratara.
Todo esto bajo mi humilde opinión, claro.
Ahora, y volviendo al hilo de Santiago, serán los cueros Chromexcel y Badalasi los que me harán la función, recurriendo al primero si el filo está bien, y recurriendo al segundo si la navaja está falta de filo, aunque ya digo que empezaré a usar uno de ellos con misma navaja y jabón para ver realmente como se comporta… es la única forma de tener una idea aproximada.
Abrazos. Fran.