Os quiero contar en este hilo un desafío – experimento que estoy haciendo.
En Septiembre de 2017 me planteé comprar una navaja usada en una subasta/mercadillo e intentar restaurarla y ponerla a punto para el afeitado.
Había dos condicionantes fundamentales para el desafío. En primer lugar, mi absoluta ignorancia y falta de experiencia con navajas. El segundo, limitar los gastos en la medida de lo posible para no enviar demasiada guita a un contenedor de metales; Por ello, la navaja experimental debía ser barata y las herramientas y útiles o bien estar disponibles en mi caja de herramientas, o bien ser asequibles.
Intentando no añadir estupidez a mi ignorancia, antes de lanzarme pedí al compañero Joaquín su ayuda y guía; Joaquín aceptó y le agradezco de todo corazón sus consejos y paciencia. Lo que ha ido saliendo mal es por no hacerle caso a Joaquín.
Pidiendo disculpas por la calidad de las fotos, vamos a ver cómo va el experimento hasta ahora.
Compré en TODOCOLECCIÓN una Henckels 1 con una hermosa sonrisa, pero con un filo que parecía mellado en las fotos del vendedor y que tenía óxido y cachas erosionadas.
Esta fue la primera desviación de los consejos de Joaquín que me recomendó una hoja recta generosa y más fácil de trabajar.
Al llegar la navaja, comprobé que el filo no tenía melladuras, sino que en realidad eran arrugas del acero que desaparecían al aplanar la hoja contra una superficie: se había afilado tanto la hoja que parecía papel de fumar.
Procedí a desmontar la navaja limando los pines y perforando su centro con un taladro manual y broca de 1,5mm. Las cachas de cuerno tenían bordes muy deteriorados.
La limpieza del óxido se hizo manualmente con WD40, 3 en uno, lijas al agua de 360, 500 y 1000. Hice una prueba con un antioxidante para inox que tenía por casa y fue un desastre: no quitaba el óxido incrustado y oscurecía el metal. Tras un lavado inmediato con agua, pude quitar las manchas con lija de 1000. Moraleja: nada de productos químicos agresivos sobre las hojas.
Eliminé los pliegues del borde pasando la hoja a 45º sobre una lija de 320 colocada sobre una piedra plana.
Para restaurar las cachas, utilicé epoxi lento con colorante negro (pintura Tamiya de modelismo). El resultado fue excelente, considerando claro mi bajo nivel de exigencia.
En cuanto a los pines y arandelas, tampoco hice caso a Joaquín que me recomendó comprarlos en internet.
Para los pines utilicé varilla de latón de modelismo de 1,5 mm de diámetro. Las arandelas las fabriqué a partir una sección de tubo de latón de 2,5 mm de diámetro exterior, cortada longitudinalmente, abierta y martilleada hasta convertirla en placa, de la que saqué bocados de 3 mm de diámetro. Tras fijar sobre una madera con adhesivo los discos obtenidos, los taladré en el centro con una broca de 1,5 mm.
Las arandelas separadoras interiores del eje estaban muy deterioradas y eran muy finas; Las he suplementado con unas arandelas plásticas de 6 mm de diámetro y 0,2 mm de espesor obtenidas con sacabocados y taladro a partir de una etiqueta de ropa. El agujero de la hoja es de 2 mm: para evitar par galvánico y asegurar un movimiento regular, he embutido en el pin un trocito de tubo plástico procedente de unos bastoncillos para oídos.
Tras montar la navaja, este es el resultado:
Ajusta bien, los pines aguantan y me voy a lanzar al afilado. Usaré una Taidea 1000/3000 recomendada por Joaquín. Ya la he aplanado con una lija de 1000 colocada sobre piedra plana (venía mal de fábrica).
Continuará …