Hola, compañeros:
En cierta ocasión, Jorge @CRISANTO dejó pasar una bellísima navaja italiana, y en parte se arrepintió, ya que había quedado prendado de las cachas de abalone que llevaba. Me mostró su interés por dicho material, sobre el que yo no tenía ninguna referencia, pero todo es ponerse. La verdad es que el tema de las madreperlas y similares, para decoración y manualidades, es un mundo. Multitud de laminados, materiales compuestos con resina, combinaciones patentadas, nombres comerciales y sus imitadores…
Poniendo cada hallazgo en común, finalmente nos decidimos por una placa compuesta por varias capas unidos por resina (con apariencia de “macizo”, como el que usa Livi por ejemplo), peeero en un grosor de 1,5 milímetros, que estructuralmente nos parecía suficiente y a la vez sería liviano, permitiendo unas cachas de buen tamaño sin caer en el desequilibrio de pesos.
El siguiente paso era elegir un donante. Entre los fabulosos hierros que me ofreció, elegí una Beter Flor de Lis, bastante completa, aunque con la superficie anormalmente deteriorada, y unas cachas que, si bien se encontraban en buen estado, estéticamente no daban la talla, ni siquiera tras pasar por la pulidora.
Las desmonté cuidadosamente, el material original merece siempre mi máximo respeto, y me limité a sacar algo de brillo al metal, pero lo justo. La superficie irregular de la hoja combinaría especialmente bien con la de sus futuras cachas, en mi opinión.
No tengo fotografías del proceso, pero señalaré sus ventajas y desventajas, tras un primer acercamiento con este material.
Ventajas: goza de cierta flexibilidad, es más ligero de lo que aparenta, y yo lo encuentro bellísimo. Idóneo para nuestro hobby.
Desventajas: es una materia prima decididamente cara y dura. Tiene una superficie irregular, lo que provoca que los grabados no queden perfectos, de ahí que no vaya firmada con pantógrafo, como suelo hacer. Además, tras hacer unas pocas pruebas ya se había “comido” la bastante cara fresa grabadora. Hay que tener igualmente bastante cuidado con los bordes una vez recortados, para que no deslaminen, y me ayudé de resina de secado rápido para este fin.
Como comenté más arriba, esto del abalone es un mundo, y existen planchas con una capa encapsulada en varios milímetros de acrílico transparente, de gran belleza y que se pueden pulir, cortar y grabar como si de metacrilato se tratara, pero evidentemente no es lo mismo.
Lápiz, papel, y un par de vueltas a la cabeza y ya tenía el diseño. Luego, la ejecución… Encontrar el hueco fue lo complicado, mis veranos suelen ser algo caóticos. De ahí que, como algunos sabéis, últimamente no esté aceptando encargos.
Espero que os guste el resultado…
Detalles de la zona de la espiga (he comprobado su comodidad durante el afeitado) y de los remaches, Made in @Joaquin , y que considero le quedan de perlas.
Ahora una vista del separador. Imposible para mí captar lo bien que combina el rojo, las curvas y las transparencias… Bueno, al menos a mí me encanta el conjunto.
El tacto y colores de este material hechizan…
Espero que os guste, y gracias por leer.
Abrazo a todos!!