Vivencias rurales

Por Dios, me acabo de imaginar la imagen de los caballos por la ventana y al lado el río y creo que jamás en mi vida he odiado tanto a alguien como a ti.

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Noche de lobos.
Recuerdo perfectamente, cuando tenía cinco a seis años, las noches de lobos.
Me acostaban temprano y, en la oscuridad, oía los aullidos largos de los lobos. Algunos lejanos, otros más cercanos.
Yo notaba la preocupación de los mayores. Hablaban bajo preguntándose cuantas ovejas matarían esa noche. Esas noches no se olvidan jamás.

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Si te sirve de consuelo ahora me asomo a la ventana y solo veo ladrillos :stuck_out_tongue_closed_eyes:

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Ah entonces eso compensa!!

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Mi padre que era muy valiente y eso que me advirtió que las avutardas tienen una dureza en las alas, que como te sacuda te pueden mandar con suerte a urgencias. Las madres de antes sufrieron lo que era la guerra y la posguerra, desaprovechar alimento, no entraba en sus esquemas mentales. De hecho adquirí esa educación; raciono y aprovecho incoscientemente todo lo que puedo.

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Esta me la trajo mi tío, la cogió un día arando y la vió porque tenía una pata fastidiada
La tuve un par de semanas o así, al final alguien dijo a mi padre que como lo pillara la guardia con una avutarda en casa le iban a multar y la soltaron otra vez en el campo

Yo tampoco las he visto de cerca en libertad, en mi pueblo hay una zona en la que había una bandada y a veces si tenías suerte y pasabas por allí con la bici, veías alguna de lejos

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Yo nací en Madrid pero mis padres y abuelos son todos de un pueblo de Burgos a orillas del Pisuerga, casi Palencia. Los veranos nos dejaban con la abuela (que tenía un colmado) y éramos libres allí durante casi tres meses. Vivíamos en la calle, en el río, en el campo, sin horarios, en absoluta libertad. La única obligación era ayudar en alguna faena con la paja o los animales si querías dinero para gastar (aunque no era muy necesario).
Ahora no voy más de una semana al año. Debería ir más.

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Yo soy de un pueblo de Jaén de 14000 habitantes. Grande, casi una ciudad, pero con ambiente rural con tintes urbanitas.
Recuerdo con mucho cariño la bicicleta: vivíamos encima de ella todo el día. Con 12 años ya conocía de primera mano todo lo que se podía conocer en 15 km a la redonda.
Las tardes al sol sentado en cualquier colina…
El olor del campo y sobre todo, en campaña, el olor del aceite recién hecho, de chimenea de palos, de hogar…
Los que sabéis, ¿para cuándo un jabón así?

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Toivo te asegura lo de la chimenea…

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Y posiblemente una cuarentena dentro de la cuarentena… :wink:

Cuando he leído que has vivido en Bosost me ha dado mucha envidia -de la sana- porque pese a haber conocido el Valle de Arán, que me parece una maravilla, no conocí ese pueblo, ni siquiera sabía de su existencia entonces. Conozco Bosost sólo a traves de una novela de Almudena Grandes que se ambienta en ese pueblo y en la comarca (al menos una parte importante de la trama) y he pensado que quizás podría interesante, dado que seguro que conoces bien la zona. Se trata de “Inés y la Alegría”, que igual ya la conoces. Después de haber leído esa novela tengo muy claro que algún día visitaré ese pueblo…Muchas gracias a @noctuido por abrir este hilo que me parece genial porque me encantan los pueblos y sus gentes y también el medio rural y natural. Un saludo.

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Pues no lo conocia, pero me lo apunto, gracias

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Copio una conversación del chat del pueblo:

Ángel:
Pues yo no quisiera ser pesimista, pero una vez que acabe la crisis sanitaria iros preparando para la económica…
Si nos vamos empezando a salpicar de realismo, luego no nos coge por sorpresa. La crisis mundial va a ser Histórica.
Id abonando tierra en el pueblo y buscando tutoriales en youtube sobre siembra y cultivo por si acaso!!!

Toño:
No hace falta buscar nada yo he sido agricultor y me presento a enseñarte , pero tú Currás.

Manuel:
Mi cuñao’ es muy bueno, por si hace falta…

Ángel:
Ya te digo:
Cómo desbroza ese muchacho!!!

Bueno pues
El cuñao soy yo, pueblo no he tenido, pero recuerdo ver las ovejas y las cabras debajo de mi terraza, o el campo arado de trigo, también soy de la quinta de @Rubén el Yoda, pero unos días más viejo.

Me da por culo que mi hijo con 8 años no sepa coger un saltamontes o una lagartija, no te digo un gorrión, también es culpa mía por no llevarle al campo, pero ahora con las extraescolares sólo quieren deporte.

Cuando conocí a la parienta me llevó a las fiestas de su pueblo pequeño cerca de Puebla de Sanabria (Zamora) en otoño manzanas, peras, nueces y castañas, además de setas si entiendes y si tienes suerte y hay, este año nada.

Hace unos días cuando empezó el coronavirus me dijo Ángel:
“” Nos vamos al pueblo y allí tenemos de todo “”

No, no yo no se hacer nada, yo recojo lo que tiene mi suegro plantado, calabacínes, lechugas, tomates y zanahorias pero no se ni como ni cuando plantarlo
QUE ES LO MÁS IMPORTANTE.

Le pregunté:
Tu has desplumado un pollo?
Matar un conejo para mi son palabras mayores

:open_mouth::open_mouth::disappointed::disappointed:
Estas caras me puso.

Que no tenga que verme en esa situación, recuerdo a mi madre contando que cuando era pequeña mi abuela mató un pollo y el animal salió corriendo con la cabeza colgando.
“” Corriendo como pollo sin cabeza “”
Podría decir que esa expresión la inventó mi madre
:joy::joy::joy::joy::joy::joy:

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Yo en mi juventud tuve una amiga(follamiga)de Bosost :crazy_face: al oir el nombre de ése maravilloso lugar…gratos recuerdos :sunglasses:

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Te va a gustar, ya verás… Un saludo

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Que preciosidad!!

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Yo nací y viví en un pequeño pueblo costero que con los años se ha ido masificado y no viví la vida de campo, hasta que empecé con la jefa… Ella viene de familia de payeses. Mis suegros viven en una masía perdida de la mano de dios, donde a duras penas les llega electricidad. La única fuente de calor en invierno es una estufa de leña en medio del comedor, el resto de la casa te congelas. En verano y fines de semana, antes de ir a vivir juntos me tocaba ayudar en la plantación de patatas, judías calabacines, etc… Pastoreando las ovejas, o arreglando el tractor. La verdad que es una vida dura y que si no la has vivido desde siempre no tengo claro que un urbanita se llegue a acostumbrar. Eso sí, desayunar en invierno delante del fuego mientras ves como fuera nieva, levantarte un domingo y no oir nada, salir fuera y respirar ese aire limpio…

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En un pueblo yo creo que no existe eso de “…tengo que ir al súper que no tengo nada para comer/cenar”
Exceptuando anlo mejor el pan que ya se ha ido perdiendo un poco lo de amasar en casa, el que más y el que menos yo creo que tiene congelador y despensa para pasar un par de cuarentenas seguidas sin tener que preocuparse lo más mínimo.

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